Los Conquistadores de lo Inútil

Asi se titula uno de los libros de Terray, uno de los mas grandes alpinistas de la historia. Curioso título; casi un oximoron. Cuando a Mallory le preguntaron por qué subía a las montañas, dió la mejor respuesta que jamas nadie podía haber imaginado: "porque están ahí". Conquistadores de lo inutil, eso somos los montañeros...

Esta semana se nos ha ido Mari Abrego. Nuestro Messner foral. Nunca me ha gustado el futbol, y de la pelota me borré cuando Julian Retegui se retiró. Pero el monte lo ha sido todo en mi vida. Para la gente de mi edad y de mi estilo tienen sentido nombres como el de Mari, inherentemente unido al de Josema Casimiro, o como el Gregorio Ariz, Xabier Garayoa, Pitxi Egillor, Agustin Setuain...

En mi cuarto en la universidad siempre hubo un poster de la expedición navarra al Jannu, y en mi carpeta una pegatina de la expedición al Everest. Y por supuesto, su cartel en la cocina (con Mari, Josema, Antxon Zamarbide y Juanjo Navarro). Esos eran mis héroes. Tiempos en los que aún había "héroes a quien seguir".... Y no es que ahora no salga gente increible, como Iñaki Ochoa o su amigo Horia Colibasanu. Pero esa ya es otra historia.

Abrego no solo es parte de la historia más grande del montañismo navarro, también es parte de mi historia. Su filosofia de la montaña era y es también la mía. Como decia Juan Mari Feliu, yo hace tiempo ya que me convertí en un "montañero de tortilla de patata y bota de vino", pero sigo enamorado del monte. Walter Bonatti, otro de mis heroes, decia que "la montaña no es como los humanos, la montaña es sincera". Tu compañero es tu hermano, y pone su vida en tus manos, y tú la tuya en las suyas. Es difícil encontrar esa confianza en otros ámbitos de la vida...

Pero los tiempos cambian. Hoy en día la naturaleza se ha masificado y cualquiera puede llegar incluso a Goriz con muletas, como me contó Javier Yoldi el otro día. Antes me costaba 22 horas de trenes, autobuses, autoestop y marcha llegar a Bujaruelo, un día entero; ahora ya no es así.... ¡Quė daño ha hecho Decathlon al monte!  Cualquiera puede comprarse una mochila y una botas, y ya es montañero.... Y qué no decir de los expedicionarios actuales al Everest y del circo en el que se ha convertido el campo base de la ahora pobre y en otro tiempo poderosa Chomolungma, la Madre del Cielo...

No te venden la filosofía, sólo el material. Ya poca gente saluda en el monte, y aún menos se para a cruzar tres palabras. ¿Cómo se puede ir con cascos al mayor auditorio del mundo? ¿Quien no ha tenido que apartarse porque viene un "runner comekilómetros", que por las justas levantará la cabeza para evitarte? De esos que dicen que les encanta el monte y por eso van a correr alli. De esos que pueden pisar una rana bermeja sin darse cuenta, que jamas saludarán a una ardilla porque jamás la verán, de esos que nunca se quedarán extasiados viendo cazar al cernicalo....

Por eso estos dias he sentido especialmente la marcha de Mari. Con él se ha ido parte de mi juventud y de la filosofía de montaña que siempre he amado. Se ha muerto uno de mis heroes. Urteak xin, bizia xoan, dice un refrán de Iparralde. Mari, esta última escalada ha sido dura, pero ya se acabó, ya estás arriba... Hasta siempre, Conquistador de lo Inútil....

Goian Bego...!